Un diente de león

Entonces la chica se agachó y cogió un diente de león, muy grande, el más grande que había. Ya con el entre las manos cierra los ojos y unos segundos después sopla, y el diente de león comienza a deshacerse. Abre los ojos, Él está delante.
-¿Qué has deseado?
-He deseado que me dejes en paz, que me olvides, que te separes de mí, que no me vuelvas a llamar, pero sobre todo he deseado con todas mis fuerzas que no me quieras.
-¿En serio has deseado eso...?
-Sí...¿ Tú no sabes que si dices un deseo en voz alta no se cumple? Ojalá no se cumpla...