-¿Puedo pedirte algo?-pregunta Ángel
Ella sonríe
-No hace falta, amor. Puedes besarme
Paula acerca sus labios a los de Ángel y los roza un instante con los suyos para terminar dándole un primer beso rápido. Luego, otro aún más largo y profundo. El tercero supera al segundo.
Y así fue cómo, con la luz de la luna en una noche despejada, con el ruido del agua de una fuente como banda sonora, Paula y Ángel se dieron su primer beso
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